Hace poco, alguien muy importante para mí me dijo que lo que le molestaba de mí, es que fuera pregonando por la vida que mi salud era mejor que la de los demás, que mis hábitos eran impecables y que las demás personas, pobres seres sin voluntad, eran unos tontos por no querer llevar a cabo la dieta que yo proponía.
La verdad me sorprendió mucho que me dijeran eso, porque no hay nada más alejado de la realidad. Al menos no desde lo que yo creo y como veo mi situación (desde primera fila).
Mi salud no es mejor que las de las demás personas. De hecho, es justamente lo contrario. Mi cuerpo es frágil, es extremadamente sensible y tengo que cuidarlo mucho. Mi salud se quebranta con la menor indisciplina que tenga... incluso con eventos que salen de mi voluntad y control, como olores que me enferman o sustancias químicas que me afectan.
Todavía es tiempo de que, de cuando en cuando, me ataca el dolor en huesos y articulaciones, de tal manera que no puedo quedarme en cuclillas más de cierto tiempo, sin sentir dolor. En esos momentos también se me quiebran las uñas, se me cae excesivamente el cabello y me deslumbran las luces de noche. Y esos momentos se presentan incluso cuando me cuido sin fallar, sin "hacer trampa". Cuando fallo, las consecuencias son aún peores. Una de las peores de todas, es sentir que mi cerebro no trabaja correctamente. Y otra también malísima, es la idea, casi seguridad, de que es muy probable que sea infértil.
Si no me cuido, me dan dolores de cabeza incapacitantes y estoy tan tiesa que batallo para moverme. Me dan náuseas a cada rato y no retengo la comida. Pierdo el equilibrio con mayor facilidad que otras veces, y mi capacidad para hablar y para razonar también es peor.
Me cuido la mayor parte del tiempo, pero soy terca y soy muy auto-complaciente. Soy una hedonista sin remedio y me encanta "premiarme" con dulces (que yo misma hago) y con comida rica (como chicharrones de puerco). No siempre puedo seguir estrictamente mi dieta autoimpuesta (el protocolo autoinmune de la dieta paleolítica). Las consecuencias de tal conducta, es que los efectos de la comida se van acumulando y no me doy cuenta hasta que un día ya no me puedo levantar en la mañana o no puedo mover los dedos. O cuando me caigo sin razón en el baño, o cuando empiezo a tartamudear y a tirar la mayoría de las cosas que agarro. Ahí es cuando pongo un alto y vuelvo a mis buenos hábitos. A comer solamente alimentos densos en nutrientes, a no comer de más, a asolearme y a no desvelarme.
Así que cuando doy sugerencias o consejos, no los estoy dando desde arriba, viendo todo como alguien que ya superó sus problemas. No. Se los digo desde abajo o como un igual, como alguien que ha encontrado que esos consejos que pregono son los únicos que me han mantenido con una calidad de vida aceptable. Lamentablemente, mis problemas de salud siguen, y seguirán por mucho tiempo, pero veo que cada vez son menos. Tengo la esperanza de que algún día se eliminen por completo. Y si se los digo, no es porque piense que mi forma de comer es la única posible y la mejor de todas, cada quien tiene necesidades diferentes... pero realmente creo que son sugerencias que le pueden cambiar la vida a más de uno. Vaya que han cambiado la mía.
Hoy me siento un ser humano. Incluso dentro de mis recaídas. (Hoy precisamente tuve una muy fuerte, que no sé cuánto tiempo tardaré en superar). Aún con todo y los retrocesos, mi vida es mucho más completa. Mi mente está más tranquila. Mi cuerpo es más ágil, más fuerte, con más energía y menos dolor. Estoy incluso mejor que cuando tenía 14 años.
Por eso recomiendo esos hábitos (y le pongo infierno a mi familia de vez en cuando). Es tu oportunidad de oro para que cambies tu vida. Sólo puedo ofrecer mi testimonio y no sé si vaya a ser suficiente, pero al menos espero sembrar la semilla de la duda.
Como obtener el estado óptimo de salud, a través de la comida. Un blog para aquellos con el objetivo de curarse a sí mismos, donde podrán encontrar información y posiblemente, motivación. Especialmente para Charito, que deseo de todo corazón que esté MEJOR QUE NUNCA.
jueves, 7 de noviembre de 2013
martes, 22 de octubre de 2013
¿Falta de apoyo de familia o amigos? - Una guía práctica (De Angela Alt)
Hoy no escribo algo que sea mío, sino algo con lo que me identifiqué mucho. No porque ahorita tenga o no amigos o familia que no me apoyen o no sean solidarios conmigo, sino porque en su momento yo también me sentí en esa situación. Creo que es información que cualquier persona luchando con una o más enfermedades autoinmunes debe tener presente. Que no están solos y, lo más importante, que es temporal. Es una motivación que no puede faltar.
Personalmente, tengo una madre espectacular que incluso cambió su forma de comer por lo que yo le decía, así como un amigo que está intentando curar a su mamá de lo que creemos son síntomas de intolerancia al gluten. Tengo una tía y una prima que siempre, siempre están ahí cuando se necesite, que se desviven por ayudar. Y aún así sentía que no me apoyaban lo suficiente. Solía enfocarme en lo negativo, pidiéndoles un apoyo total y completo para superar mi enfermedad, sin darme cuenta en lo mucho que me ayudaban, dentro de sus propios términos. Sus propios granos de arena.
El escrito original lo pueden encontrar en www.thepaleomom.com, pero tiene la ligera desventaja de que está en inglés, por lo que me tomé la libertad de traducirlo y ponerlo aquí. Ahora: ¿por qué hacer el esfuerzo de traducirlo y no simplemente escribir mi propios pensamientos al respecto? Muy sencillo, Angie Alt es una persona que he llegado a admirar mucho, por la forma en que escribe en su blog, la forma que tiene de ver la vida y lo valiente que es. Me encanta que sea tan sencilla y abierta, así como la sinceridad que refleja en sus palabras. Por eso, quiero darle el crédito y no simplemente tomar la idea. Para que sepan que existe una mujer en Estados Unidos que estoy segura que, simplemente a través de su experiencia personal, ha logrado tocar más de un corazón y levantar un ánimo caído.
Así que, sin más preámbulos, aquí está mi humilde traducción:
(*) Del inglés, brain fog.
Personalmente, tengo una madre espectacular que incluso cambió su forma de comer por lo que yo le decía, así como un amigo que está intentando curar a su mamá de lo que creemos son síntomas de intolerancia al gluten. Tengo una tía y una prima que siempre, siempre están ahí cuando se necesite, que se desviven por ayudar. Y aún así sentía que no me apoyaban lo suficiente. Solía enfocarme en lo negativo, pidiéndoles un apoyo total y completo para superar mi enfermedad, sin darme cuenta en lo mucho que me ayudaban, dentro de sus propios términos. Sus propios granos de arena.
El escrito original lo pueden encontrar en www.thepaleomom.com, pero tiene la ligera desventaja de que está en inglés, por lo que me tomé la libertad de traducirlo y ponerlo aquí. Ahora: ¿por qué hacer el esfuerzo de traducirlo y no simplemente escribir mi propios pensamientos al respecto? Muy sencillo, Angie Alt es una persona que he llegado a admirar mucho, por la forma en que escribe en su blog, la forma que tiene de ver la vida y lo valiente que es. Me encanta que sea tan sencilla y abierta, así como la sinceridad que refleja en sus palabras. Por eso, quiero darle el crédito y no simplemente tomar la idea. Para que sepan que existe una mujer en Estados Unidos que estoy segura que, simplemente a través de su experiencia personal, ha logrado tocar más de un corazón y levantar un ánimo caído.
Así que, sin más preámbulos, aquí está mi humilde traducción:
Mi amiga Whitney, en Nutrisclerosis, publicó recientemento para sus fans de Facebook: "Buenos días desde la burbuja rosa...". Y entonces procedió a explicar que ella consideraba su vida "una burbuja rosa", debido a que ha recibido mucho apoyo de las personas cercanas a ella en su lucha contra la esclerosis múltiple (EM). Pensé que "burbuja rosa" era una descripción muy adecuada de lo que significa tener ese apoyo crucial cuando recibes un diagnóstico de enfermedad autoinmune (AI), diagnóstico que te cambia la vida. Ella recalcó que, sin la "burbuja rosa", el camino frente a ella probablemente sería mucho, muchísimo más difícil.
Desafortunadamente, gran parte de aquellos que luchan la batalla autoinmune no tienen el lujo de una "burbuja rosa". En el tiempo que llevo blogueando en esta comunidad, me he dado cuenta de dos cosas importantes: 1) Aquellos que tienen un mayor éxito en darle un vuelco total a su salud con un Enfoque Paleolítico, son los que tienen un apoyo enorme de su familia inmediata (aquellos que viven en la misma casa) y 2) Muchas de las preguntas que recibimos, otros blogueros y yo, incorporan una cierta versión de la pregunta "¿Qué hago si mi familia no me apoya?". Con estas dos observaciones en mente, decidí escribir esta guía práctica.
Cómo lidiar con la falta de apoyo de amigos y familia:
1) Considera cuánto tiempo tardaste en tener un diagnóstico y en llevar a cabo plan de acción posterior. Para muchos de nosotros en la comunidad autoinmune (AI), la espera para recibir un diagnóstico es muy larga, siendo frecuente una espera de años. Algunos de nosotros saben que algo está mal, pero no tienen un diagnóstico definitivo. A partir de ahí, decidir como responder a tu enfermedad AI puede ser un proceso largo, mientras ponderas las opciones. Finalmente, si el camino que elegiste no es tradicional y requiere de cambios drásticos en tu dieta y tu estilo de vida (es decir, Paleo), la adaptación también te puede tomar mucho tiempo. Puede tomar mucho tiempo para que aquellos cercanos a ti entiendan y acepten a tu "nuevo yo". Tú te has visto obligado a alterar tu marco de referencia constantemente desde el devenir de tus síntomas hasta esta nueva versión "lista para actuar" de ti mismo, pero su marco de referencia no ha evolucionado al mismo paso. Pacientemente, trata de darles tiempo.2) Ajusta tus expectativas de acuerdo a cuánto apoyo pueden ofrecerte las personas cercanas a ti. Definitivamente, existen amplios niveles de seriedad de una condición AI. Algunas son extremadamente agresivas y potencialmente mortales, otras son manejables pero dejan detrás un daño físico terrible, mientras que otras se mueven lenta, pero dolorosamente. Sin importar el tipo, para la persona lidiando con una enfermedad AI, es una experiencia que te cambia la vida. Lo que cualquier persona con AI quiere es un apoyo y amor incondicional en lo que vencen su enfermedad. Pero la verdad es que, así como las enfermedades AI varían, así varía la cantidad y el tipo de apoyo que la gente a tu alrededor te podría ofrecer. ¿Quizá tu esposo esté feliz de darte un masaje en tus articulaciones adoloridas, pero no puede hacer el cambio a una casa libre de granos? ¿Quizá tu hermana esté contenta con una cena navideña "Paleo", pero cuando necesitas a alguien que te escuche se hastía fácilmente? Trata de reconocer el apoyo positivo que cada persona ofrece, permitiendo que se forme entonces un "conjunto" y que dejes ir esos deseos de un apoyo más "completo" de parte de todos.3) Crea una red de personas que lo entiendan. Tu mamá puede no entender tu decisión de manejar tu enfermedad AI solamente con dieta y cambio de hábitos y estilo de vida. Tu hermano probablemente nunca reconocerá lo grave e incapacitante que es tener problemas para pensar*. Busca y hazte miembro activo de una comunidad de gente que esté pasando por los mismos desafíos que tú y que enfrenten su enfermedad con enfoques similares. Hay una gran cantidad de alivio valioso que proviene de la interacción con otras personas que realmente entienden, desde su experiencia personal, lo que tú estás pasando.4) Ten respeto por ti mismo. Si hay personas en tu vida que no solamente no te apoyan, sino que incluso sabotean tus esfuerzos activamente, enfréntalos por ese trato. Deja que sepan que si son incapaces de entender o de ofrecer ayuda, lo puedes aceptar, pero que vas a enfrentar la doble batalla de tu enfermedad AI y sabotaje. Muchas veces las relaciones destructivas son un jugador importante en favores que necesitan cambiar si te quieres recuperar de tu enfermedad AI. (Revisa el consejo de la doctora Terry Wahls al respecto)
Y por último, si tienes personas que te apoyan de una manera increíble alrededor de ti, ¡comparte ese amor! Si no las tienes, aún así puedes tener éxito. Toma las medidas necesarias para moverte hacia adelante.
(*) Del inglés, brain fog.
sábado, 21 de septiembre de 2013
La pregunta esencial para mí.
Alerta: En este artículo escribo acerca de temas controversiales. Quiero aclarar que es solamente mi punto de vista, en base a mis experiencias.
Normalmente, a la intolerancia al gluten se le llama enfermedad celiaca. Y veo por aquí y por allá, que los médicos recomiendan que NO lleves una dieta sin gluten a menos que tengas un diagnóstico confirmado de dicha enfermedad. Personalmente, no comparto esa opinión. (Algo rebelde la niña, por favor no le digan a mis familiares médicos je je)
¿Es necesario un diagnóstico de celiaquía para llevar una dieta sin gluten?
Veamos los hechos. El estar diagnosticado, que puedas tener tu papelito que te incluye en la comunidad de celiacos, no cambia ABSOLUTAMENTE NADA. Y, para empezar, es una enfermedad que se tarda mucho en ser diagnosticada.
La enfermedad celiaca tiene la característica de que, a pesar de que tiene muchos años de que fue descrita (por primera vez hace aproximadamente 2000 años), muchos médicos no la conocen. De la mayoría de los médicos que conozco, si es que la conocen, es en su manifestación más extrema. Peor aún, si es que la diagnostican (esta enfermedad tiene una gran cantidad de casos no-diagnosticados), el tratamiento es... ¡UNA DIETA SIN GLUTEN!
¿Hay otro tratamiento? Actualmente, no. (Lamentablemente, no le han atinado a un medicamento).
Pero no me hace daño estar diagnosticada, ¿o sí?
Definitivamente, no. Depende de tu bolsillo (¡UPS!). Cuando yo pregunté, los exámenes serológicos para diagnosticar la intolerancia al gluten andaban en 5,000 pesos, más la endoscopia de yeyuno alto con su respectiva biopsia (esa sí no sé en cuánto ande). Claro, estar diagnosticado con enfermedad celiaca tiene las ventajas de que te dan seguimiento a la enfermedad, pero como ya dije antes, los anticuerpos dejan de ser detectables a los seis meses de que empiezas una dieta sin gluten.
Bueno... ¿y cómo puedo al menos darme una idea si es eso lo que yo tengo?
Los síntomas clásicos de la enfermedad (y que la mayoría de los médicos buscan) son gastrointestinales:
- Diarrea crónica y maloliente
- Esteatorrea (heces con alto contenido graso)
- Dolor abdominal
- Distensión abdominal
- Gases
¿Cuál es la desventaja de querer diagnosticar con estos síntomas? Principalmente, que se necesita que el daño al intestino ya sea muy grande para que se presenten.
Ahora bien, también existen otros síntomas que se consideran dentro del cuadro clásico de la enfermedad, como:
- Rápida pérdida de peso (por la incapacidad de absorber nutrientes, como lo explico aquí)
- Anemia
- Fatiga
- Sueño constante
La fatiga constante y la anemia se pueden presentar muy frecuentemente. Y esto es en etapas no tan avanzadas de la enfermedad.
Hay otros síntomas aparte, que ya entran dentro de un cuadro menos conocido de la enfermedad:
- Intolerancia a la lactosa
- Sueño después de comer algo con gluten. Incluso cambios de humor.
- Osteoporosis y/o osteopenia
- Síndrome de malabsorción de fructosa
- Infecciones recurrentes y/oportunistas (como las llagas en la boca o aftas)
- Problemas en la piel, como el dermografismo y la dermatitis herpetiformis (un tipo de inflamación de la piel que provoca mucha comezón, roja, con ampollas similares al herpes).
- Endometriosis y síndrome pre-menstrual muy intenso
- Infertilidad inexplicable o abortos recurrentes
- Dolor en articulaciones
- Migrañas
- Más todos los síntomas que ya describí en este artículo y en éste.
Dermografismo - Mi brazo en sus peores momentos |
Lamentablemente, la mayoría de los celiacos con los que he platicado, fueron diagnosticados después de mucho tiempo de que empezaron sus síntomas más fuertes.
Personalmente, yo le puse palomita al 80% de los síntomas. Los gastrointestinales, extrañamente, fueron los últimos en aparecer. Ahora bien, mi gastroenteróloga no tiene ningún problema con que lleve una dieta sin gluten sin estar diagnosticada serológicamente. Literalmente, ella me dijo: "El gluten es veneno". Y vaya que lo es, al menos para mí.
Ahora... todos esos síntomas, desaparecieron o disminuyeron con una dieta sin gluten. Entonces la pregunta principal, para mí fue contestada fácilmente. No necesito una prueba de sangre que me diga lo que mi cuerpo me está gritando. El gluten y yo no nos llevamos bien, nuestra relación no puede ser. Y punto.
Ya cada quien decide cuál es el camino más apropiado conforme a sus experiencias.
Yo he escogido curarme a través de la comida y creo que me está yendo bien.
viernes, 20 de septiembre de 2013
¿Dónde se encuentra el gluten?
Ah sí, esta es una pregunta algo larga de contestar. Especialmente porque, y aquí viene mi parte fatalista, estoy casi segura que está en casi todo lo que estás acostumbrada a comer. Al menos sé que estaba en casi todo lo que yo estaba acostumbrada a comer.
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martes, 17 de septiembre de 2013
¿Cómo sanar el intestino?
Entre más información encuentro, más me convenzo que muchas enfermedades tienen su origen en el intestino (¡nuestras abuelas tenían razón! y esa doctora naturista que siempre recomendaba una limpieza intestinal ante cualquier enfermedad je je je...) Enfermedades como lupus, artritis reumatoide, diabetes tipo I, enfermedad celiaca, todas esas tienen un origen en común. La creciente permeabilidad del intestino.
domingo, 15 de septiembre de 2013
¿Qué efectos puede ocasionar el gluten en mi cuerpo? Parte II. El gluten y la tiroides
En este artículo describí algunos de los efectos cuando el sistema inmune confunde al gluten por marcadores de células de intestino. Pero como mencioné en este otro, el sistema inmune puede confundir a la gliadina (uno de los componentes del gluten) con otros tipos de células.
¿Y si esa confusión se diera con la tiroides?
Entonces el sistema inmune comenzaría a atacar los tejidos de la glándula tiroides, normalmente provocando hipotiroidismo. (O sea que, si de por sí, el pan engorda con este ataque engordaríamos aún más)
¿Y si esa confusión se diera con la tiroides?
Entonces el sistema inmune comenzaría a atacar los tejidos de la glándula tiroides, normalmente provocando hipotiroidismo. (O sea que, si de por sí, el pan engorda con este ataque engordaríamos aún más)
sábado, 14 de septiembre de 2013
¿Qué efectos puede ocasionar el gluten en mi cuerpo?
La vez pasada empecé a decir los mecanismos por los cuales el gluten es algo que considero (y no nada más yo) especialmente dañino, incluso para personas no predispuestas (i.e., personas sin intolerancia al gluten). Hoy me gustaría enfocarme un poco en el tipo de daño que puede causar y en las consecuencias que eso puede tener en nuestra calidad de vida.
Como ya comenté en el escrito anterior, el gluten provoca una confusión en el sistema inmune atacando pobres e inofensivas celulitas inocentes. Dicha confusión tiene muchas implicaciones y consecuencias, las cuales me gustaría explicarte más a fondo.
Como ya comenté en el escrito anterior, el gluten provoca una confusión en el sistema inmune atacando pobres e inofensivas celulitas inocentes. Dicha confusión tiene muchas implicaciones y consecuencias, las cuales me gustaría explicarte más a fondo.
viernes, 13 de septiembre de 2013
¿Qué es el gluten y por qué nos hace daño?
Seguramente te habrás preguntado varias veces por qué doy TANTO gorro con el gluten.
Bueno, ¿y eso qué es? ¿Con qué se come? ¿Por qué le huye tanto a esa cosa? Y más importante, ¿por qué me pone tanto infierno con que deje de comerlo?
Las razones detrás de esas preguntas pueden ser tan sencillas como "el gluten daña el intestino", y al mismo tiempo tan complicadas como para escribir varios libros al respecto. Intentaré ponerlo en palabras simples, dentro de mi limitado entendimiento, de lo que he ido leyendo e investigando...
Bueno, ¿y eso qué es? ¿Con qué se come? ¿Por qué le huye tanto a esa cosa? Y más importante, ¿por qué me pone tanto infierno con que deje de comerlo?
Las razones detrás de esas preguntas pueden ser tan sencillas como "el gluten daña el intestino", y al mismo tiempo tan complicadas como para escribir varios libros al respecto. Intentaré ponerlo en palabras simples, dentro de mi limitado entendimiento, de lo que he ido leyendo e investigando...
Nunca creas que un pedazo de pan es inofensivo... |
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viernes, 31 de mayo de 2013
Como cenar en un restaurante que no es gluten-free
Puesto que es una ciudad grande, esperaría que en Monterrey hubiera al menos un restaurante que tuviera un menú sin gluten. Lamentablemente, no he encontrado ninguno.
Sin embargo, no todo está perdido, se pueden tomar varias precauciones para poder salir sin morir en el intento (jejeje) . Por eso, les comparto las recomendaciones que me han funcionado y algunos lugares que se han portado maravillosamente bien, muy atentos y con la mejor disposición.
Sin embargo, no todo está perdido, se pueden tomar varias precauciones para poder salir sin morir en el intento (jejeje) . Por eso, les comparto las recomendaciones que me han funcionado y algunos lugares que se han portado maravillosamente bien, muy atentos y con la mejor disposición.
martes, 21 de mayo de 2013
Un poco de mi historia
Supongo que es con lo que todos los blogueros buscando su nutrición empezamos. Posiblemente no, no lo sé realmente. Pero entre lo que son peras o manzanas, aquí les va una pequeña introducción.
Me autodiagnostiqué la enfermedad celiaca en abril, después de casi 4 meses de lidiar con síntomas inexplicables (¿Por qué me aventuré a autodiagnosticarme? Mmm... esa es otra historia) y desde entonces he intentado seguir la dieta sin gluten lo mejor que he podido. Me he topado con muchos problemas, especialmente el etiquetado deficiente de productos aparentemente inofensivos, la falta de información (mía y de otras personas), la escasez de productos para celiacos (¡por favor! una celiaca en Monterrey... más aún, ¡en Apodaca!) y la falta de efectividad de una simple dieta sin gluten. En un principio todo marchó sobre ruedas... con solamente eliminar el gluten de mi dieta, comencé a sentir cambios. Cambios impresionantes, a decir verdad. Mi humor mejoró, disminuyó mi piel geográfica, se me dejaron de secar los lentes de contacto, se me dejó de caer el cabello, adiós dolor al comer, adiós gases y dolor en las manos y articulaciones, me pude concentrar por primera vez en mucho tiempo... No está de más decir que estaba feliz. Qué digo feliz, ¡estaba extática!
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